Revisando el jueves

Lo escribo hoy, pero lo leí ayer: Fidel Castro Díaz-Balart dijo que la estrategia de Cuba en la nanotecnología para el próximo quinquenio (y ya cuando alguien menciona planes quinquenales me empieza el escozor) es acercarse a Latinoamérica.

Tamaña estupidez sesentera a estas alturas, cuando en la ciencia todos quieren estar junto a los mejores, junto a los líderes, y cuando hay quienes darían un año de vida por pasar unos meses en una institución donde se hace ciencia en serio. Y ninguna está en Latinoamérica.

Nada, que lo que se hereda no se roba.

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Yo me he hecho adicto a la libertad de expresión, pero no puedo menos que sentirme entusiasmado con la idea de censurar el regetón en Cuba... aunque sé que ni es lo correcto ni va a funcionar.

Por cierto, el dedo en la llaga lo pone Frank Fernández al decir que toda esa vulgaridad masiva representa "pérdidas en la vida espiritual de los cubanos".

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Y hablando de censuras: eso de censurar a los caricaturistas y humoristas porque los musulmanes se ponen bravitos no es la solución. La solución es que esos idiotas medievales dejen de leer las noticias y se dediquen a pastorear cabras, al Corán, y esas cosas.

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Unos médicos cubanos se han atrevido a mencionar oficialmente que el hospital Calixto García en lo particular, y el sistema de salud en lo general, son un desastre de marca mayor.

Por cierto, se atrevieron a decir también que quieren más dinero y prebendas acorde con su categoría, si bien hay que leer el párrafo varias veces para desyerbar la idea:

“...Deterioro humano mental acompañante por la pérdida de la mínima atención al hombre, que bajo largas jornadas de trabajo gratuito en un número importante de horas, y en un país donde las gratuidades se terminaron, tienen un confort para su trabajo que está por debajo de la de cualquier lugar pobre del mundo...”

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Y aquí, pues tol´mundo con catarro, pero el show must go on.