La otrora insignia de la industria cubana, la industria azucarera, destruida y reducida a un puñado de centrales; la planta de niquel de Nicaro ya en camino de clausura y desmantelamiento.
Y uno se pregunta entonces, ¿qué queda de la economía cubana, turismo y remesas de los exiliados? Creo que esas son las mismas fuentes de ingreso de la economía haitiana.
Jodidos, pero que muy jodidos...
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