martes, 25 de noviembre de 2014

La turba incolora

Desde el incidente de Ferguson, donde un policía blanco mató a balazos a un negro, y antes de Ferguson, han muerto decenas, centenares de personas, de todo color, de cualquier edad, hasta niños, baleadas en escuelas, decapitadas, estranguladas, y hasta arrojadas delante de un tren en el Subway. Esta última víctima, por cierto, un asiático de 61 años; el victimario, un negro.

Ferguson entonces no es el resultado de un blanco matando a un negro.

Es el resultado de un pésimo manejo del problema, de la falta de transparencia, de no hablar y explicar oportunamente. A estas alturas, yo no sé que pasó en realidad, pues la información es fragmentada, contradictoria, y deja lugar a dudas.

Pero como mismo no hay una multitud de asiáticos macheteando negros e incendiando Harlem, o una horda de hispanos cazando rancheros racistas en Arizona y destruyendo sus propiedades, no hay razón para los disturbios y la violencia en Ferguson, tengan o no razón los que protestan.

Lo que sucede en Ferguson es oportunismo bestial, incivilizado, que merece una respuesta contundente y apropiada.

La turba es la salvajada, da igual el color que tenga. 

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