martes, 15 de enero de 2013

Viajar en tiempos de cólera


Las nuevas disposiciones que le permiten a (casi) todos los cubanos viajar (casi) libremente parecen marcar el inicio de una nueva era. Claro, que si llegaron estas disposiciones para quedarse o si mañana se despierta el dinosaurio con dolor de ano y las deroga, bueno, eso es cosa impredecible.

Pero lo cierto es que hay un nuevo escenario: los cubanos, que ya pueden viajar, pero casi nadie está dispuesto a recibirlos. Es decir, ha ingresado Cuba al escenario en que se desarrollan todos los países del Tercer Mundo que son generadores de emigrantes.

Y también parece que es sólo cuestión de (poco) tiempo para que la Ley de Ajuste Cubano sea modificada sustancialmente o incluso derogada. Dos noticias, aparentemente aisladas, una ayer y una hoy, señalan en esa dirección.

Ayer, Marco Rubio hablaba de modificar los requerimientos para aceptar a inmigrantes. Hoy, Ros Lehtinen y Diaz Balart, a duo, para que se oiga mas fuerte, cuestionan el espíritu de la Ley de Ajuste Cubano. Curioso que descendientes de cubanos se ocupen de tratar de detener el flujo migratorio de los cubanos hacia USA. Tal pareciera que lo que está vigente es el espíritu “rayadillo”, el de los infames voluntarios.

Hace unos meses me sentí optimista cuando se anunciaron estas reformas, pues todo lo que alivia la vida de los cubanos me alegra.

Pero ahora también pienso que se ha hecho más evidente nuestra condición de ciudadanos de un país de mierda, condenados a emigrar o a malvivir, rechazados en el extranjero, despreciados en casa.

Pobre de nos, en camino hacia la Edad Media y a lo más profundo del tercermundismo.

3 comentarios:

  1. No hay peor astilla que la del mismo palo. Ya ellos llegaron, los que vengan atrás que arreen.

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  2. Asi es, dog eat dog le dicen a eso...

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  3. Que tristeza no ser más que marionetas que se mueven al antojo de unos pocos y que pena ser tan desgraciados...

    El poder será siempre eso...poder, este nunca se inclina ante los desfavorecidos, da igual si llevan tu sangre.

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