lunes, 7 de enero de 2013

Sí, la política, pero...


Cuando por fin logré salir de Cuba y establecerme en otro país recuerdo vivamente haber sentido la ventaja que tenía en el trabajo por haber crecido en una familia de gente trabajadora y tenaz y por haberme formado en un ambiente laboral casi ascético, lo cual me convirtió en un profesional eficiente y exitoso.

La primera premisa en mi trabajo en Cuba era ser puntual, no importaba el transporte, la lluvia o las carencias. La segunda, era ser “serio en el trabajo”. No había tercera premisa ni hacía falta.

Claro, no había entonces Internet ni Facebook ni Twiter ni celulares y el “desaprovechamiento de la jornada laboral” se limitaba a conversar mientras se disfrutaba de un café o, si había oportunidad, jugar Tetris en las vetustas computadoras.

Todo ello se hacía furtivamente, bajo la mirada y supervisión de compañeros de trabajo entre los que habían desde profesionales de “antes de la Revolución” hasta extremistas de después de la Revolución, que observaban con escepticismo los aires frescos y desenfadados de los que llegábamos de haber estudiado allende en los ex-socialistas.

Años después encontré aquí en USA que las reglas del juego eran prácticamente las mismas, si bien se adiciona el papel primordial del individualismo y de la filosofía de pasarle por encima a los demás, eso que llaman el rat race, y no es mala la analogía.

Pero, de una forma u otra, la idea es que prevalezca el mejor, es decir, el que más trabaja, el que más produce, el mas “rentable”, idea que está vigente y funcional obviamente desde la época del esclavismo.

En fin, todo lo anterior viene de haber leído este artículo donde una muchacha cubana describe como fue despedida por publicar sus opiniones contestatarias en Havana Times, a la vez que confiesa que perdía 5 horas diarias “viendo películas, conversando o descubriendo que ejercicios hacer para eliminar la celulitis”

Sin ánimo de irme a los extremos, los cuales rechazo rotundamente, creo que esta muchacha, en un contexto apolítico, no sería contratada por nadie que leyera ese texto.

En fin, le deseo suerte y que encuentre un trabajo que le guste y que, si pierde tiempo, al menos no lo cuente en Internet.

4 comentarios:

  1. querido: creo que no entendiste bien. Dice: "me podían perdonar que pasara 5 de las ocho horas de trabajo viendo películas, conversando o descubriendo que ejercicios hacer para eliminar la celulitis.

    Pero buscar información sobre la realidad cubana, o escribir y dialogar sobre este tema es demasiado; una indisciplina grave"

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  2. Ey, que maravilla verla por aqui!!!

    Y regresando al tema, yo leí bien, ahí está el artículo. Ahora, si se trata de algo hipotético, oye, pues a redactar se ha dicho y gustoso retiro mi opinión con una disculpa.

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  3. yo entendí que, si se hubiera dedicado a lo de las películas, no habría pasado nada.

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  4. Si, se pudiera interpretar asi, pero...

    Mi fuerte no es la redacción ni la gramática, solavaya, pero que tal "me podían perdonar que pasara 5 de las ocho horas de trabajo viendo películas..." vs "me pudieran haber perdonado que pasara 5 de las ocho horas de trabajo viendo películas..."

    En fin, pero lo fundamental es que el monstruo la está triturando, que verguenza, hasta cuando esas cosas...

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