Nada para estimular la fantasía como un botín de 500 millones de dólares, al alcance de cualquiera que le juegue un mágico dólar a la Megamillions de Nueva York.
Y acá en mi entorno se ha estado hablando del destino de la hipotética ganancia: un castillo medieval, custom made, en Pennsilvania. Una islita en el Caribe. Un lugar con calor y playas, Bali perhaps. Casita en los Hamptons. Apartamento en Manhattan. Una villa en el sur de España (este fui yo...)
En fin, si bien hay un pesimista dicharacho que dice que “El que juega por necesidad, pierde por obligación” , lo cierto es que yo prefiero el de la lotería de NY: You never know...
Ni me digas que tenia tres numeros de los mios en la que salio ayer, incluyendo la bolita extra..y no jugue de pesismista..eran algunos milecillos
ResponderEliminarEstas cosas siempre me recuerdan a un pretendiente que, hablando de la posiblidad de irse a USA y ganar la lotería, me preguntó qué haría yo con esa plata. "Comprar cuadros de Picasso", le respondí, y ahí comenzó la primer discusión sobre plata hipotética de mi vida.
ResponderEliminarLos puedes colgar en mi villa, no hay problemas...
ResponderEliminar:))
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