miércoles, 25 de enero de 2012

Una pelea cubana (y perdida) contra los bancos, segunda descarga y final

Uno llega a los Estados Unidos de América, o sea, a America, como arrogantemente la denominan los locales, y alguien oprime un botón de reset y te vas a cero. No eres nadie hasta que se demuestre lo contrario, lo cual se logra sólo con tiempo, perseverancia.... y crédito.

En esta sociedad de consumo por excelencia se aplica la máxima de “Tienes crédito, luego existes” y, si en México aprendí que era importante tener historial crediticio, aquí aprendí que es imprescindible tenerlo, y de buena puntuación. Y siendo el medio más expedito para crear crédito la vieja conocida tarjeta de crédito, y siendo que el crédito en USA sólo se crea con créditos de instituciones nacionales, lo cual convirtió mi historial crediticio previo, junto con las tarjetas de crédito mexicanas en agua y sal (maldito botón de reset...) pues, una vez adquirido el número de seguridad social, primer paso en el proceso de recobro de la identidad, me di a la tarea de visitar bancos hasta que encontré uno con la generosa y ya conocida opción de “tarjeta de aprobación segura”. Por unos módicos 500 USD obtuve mi primera tarjeta de crédito en USA y a la que puse a funcionar mediante pagos automáticos de servicios (teléfono, TV, etc) y me olvidé de ella por un año.

No hay atajos en el proceso de contrucción de un crédito sólido en USA , a no ser que se gane uno la lotería y con ello abandone al nutrido 99%. De permanecer en este grupo, pues dos criterios fundamentales deben cumplirse para que el historial de crédito sea bueno: pagar las cuentas en tiempo y forma y suficiente antigüedad de las cuentas. Y asi fue que al año retomé el asunto del crédito y las tarjetas y solicité mi primera tarjeta de crédito “normal”. Y tras esta otra y otra y otra, pues otro criterio del buen historial crediticio es tener crédito disponible porque si tienes crédito disponible eso implica que eres sujeto de crédito y ya saliste del limbo “no te doy tarjeta porque no tienes crédito y no tienes crédito porque no tienes tarjeta” y en fin, welcome to the gastadera de dinero.

Y entonces comencé a pagar absolutamente todo con tarjetas de crédito, cuidando siempre que el balance de las cuentas no estuviera por encima del 30% del total del crédito disponible (otro criterio de buen crédito) y así los bancos se hicieron mis amiguitos otra vez y me empezaron a llover ofertas de más y más tarjetas y el límite de crédito a aumentar y hasta carrito nuevo que compré, mira tú, y entonces se me ocurrió consolidar mis cuentas y poner todas los huevos en una sola canasta, para simplificar, ya tú sabes, y como tengo cuenta débito en Bank of America pues a usar la tarjeta de ese banco y todo queda en familia, que felicidad...hasta que se me ocurrió adelantar pagos a la tarjeta de crédito. Y entonces cundió el caos.

Resulta que este mes pasado transferí fondos suficintes a la tarjeta de crédito, para adelantar el pago de lo que debía, pero cuando llegó el dia de cobro el banco me cobró todo otra vez, como si no hubiera pagado nada. Y, como si fuera poco, en el proceso me vació la cuenta de débito y, a pesar de que le transferí fondos a esa cuenta de inmediato, me cobraron una penalización de 35 dólares por fondos insuficientes.

Eso sucedió la semana pasada y no voy a hacer la historia en versión larga, pero debo decir que regresó la época de llamadas por teléfono, amenazas, broncas y cojoneras para que me devolvieran mi dinero. Y como si fuera poco, hace dos días volvió a suceder y ya van 35 dólares más de penalización y todo porque el puñetero sistema del banco no reconoce los adelantos de pago y cobra lo que se debe al dia de corte. Es decir, no sabe sumar ni restar, como le hube de decir a un gringo pichao y subnormal que me dijo que eso sucedía porque sólo un humano podía darse cuenta de que había que deducir los pagos hechos con anterioridad, que la computadora no era capaz de eso y que... ¡la culpa era mía por programar pagos automaticos! Tamaña estupidez quita el aliento asi que, cuando lo recobré, le dije que si las computadoras de Bank of America no eran capaz de sumar y restar entonces eran tremenda mierda y una muy mala noticia para nosotros los clientes, por lo que estos eran mis últimos días en ese banco.

En fin, que me tumbaron 70 dólares y me tienen a la espera de una segunda devolución de mi dinero y al banco le importa tres cosas que yo me vaya o me quede con ellos. Pelea perdida.

Y toda esta trova fue para hacer catarsis y disminuir las posibilidades de que me de un yeyo.

2 comentarios:

  1. Dale suave que te va a dar el yeyo de verdad..es solo dinero que, ademas, te lo van a sacar de cualquier manera, tarde o temprano. Solo basta que le quites de arriba la vista un segundo y zas..ahi se fue.
    Yo hace ya tres años que me OLVIDE del f... credit y del miedo que te meten con el. Vivo mas tranquilo y mis noches son mas largas. O en estos momentos no es recontraevidente que ha pasado en este pais por estra mirando el credito en lugar del cash??
    O me volvi un ermitaño o realista..pero de que no me cojen comprando por adelantado mas, no me cogen (en los dos sentidos, cubano y mexicano)..Sds

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  2. Estás en lo cierto. Y mándame el telefono del siquiatra que te tienen tan sedado, oye... :)

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