Hay quien dice que son 12 millones, otros dicen que casi 24 millones. Aquellos estudian el fenómeno; estos agitan impresionantes cifras, instigan, intimidan. Pero es un hecho: ¿Qué otro país pudiera asimilar millones de inmigrantes ilegales y no colapsar de alguna manera?
De los asuntos cruciales que a diario se debaten en USA la inmigración, sobre todo la ilegal, está entre los primeros lugares. Unos dicen que, bajo cualquier circunstancia, los ilegales están violando la ley y han entrado al país ilegalmente. Y tienen razón; no me imagino cuantos años de cárcel reciba el que entre en Cuba ilegalmente, que ya se sabe que el gobierno cubano piensa que las personas son elefantes y administra penas de 25 años de cárcel como si hubiera segundas oportunidades sobre la Tierra.
Otros cuestionan la “calidad” de los inmigrantes, pues ya es cosa sabida que en este santuario de racismo latente nunca hace falta mucho para que se encapuchen y enciendan las piras. Que no es lo mismo chinitos e indios expertos en software que campesinos mexicanos o desclasados caribeños. Y aun así, el aquello de que “nos están quitando el trabajo” se oye por doquier, como si el 9% de desempleo fuera de filas de rubios y rubicundos ingenieros en software o albos jornaleros esperando su turno para ser contratados. Pero, aun en la exageración, tienen razón de nuevo: nadie prioriza a los extranjeros ante los nacionales... excepto en Cuba. Y dale como se me mete Cuba en la conversación, carajo.
Los de más allá sacan a relucir el pragmatismo que otros llaman cinismo y dicen que si se van los ilegales pues ellos van a dejar de sembrar pues no hay quien coseche. Y no falta quién le responda que, si no son lo suficientemente eficientes como para cosechar con flamantes braseros de sangre anglosajona (a los que hay que pagarles mas, por supuesto), pues que se jodan y vendan su finca a quién pueda resolver el dilema. Y los dos tienen razón.
Pero los inmigrantes ilegales han tenido hijos, se espantan otros, se reproducen y producen “anchor babies”, babies que crecen como norteamericanos, se educan, estudian y que cuando deporten a sus padres, est'an en la terrible disyuntiva de quedarse en USA o irse con ellos. Los hijos no nacidos aqui pues, si no se casan con un nacional, son eternamente ilegales y de repente pueden ser deportados al horrendo país de sus padres, cuyo idioma apenas conocen, por no mencionar a lo que se van a enfrentar. Los ilegales están aterrorizados con la perspectiva y tienen razón.
Pero resulta que sus países ya no los quieren, aunque no lo digan. Pa´ su madre, dicen. Y no es de extrañarse. Nada mas hay que imaginar 8 ó 10 millones de personas regresando a México, a buscar trabajo, a requerir atención médica, educación para sus hijos... y a consumir poco, pues son pobres, por lo tanto no son parte del motor de la economía que es la clase media. Y también tienen razón.
Claro, a Arizona, y ahora a Alabama, les tienen sin cuidado esas tribulaciones. Sus legisladores han pasado leyes para cazar, cercar y deportar a los ilegales. Ante la embestida algunos se han regresado a sus países, otros se han mudado otros estados, pero es sólo cuestión de tiempo antes de que esos otros estados pasen leyes similares y el cerco se cierre. Claro, hay estados que pudieran asimilar más pobladores; algunos de esos estados tienen menos población que el municipio 10 de Octubre. Pero no quieren ilegales. Y de los legales, pues los hispanos no son los mas codiciados, la verdad.
Hay quien dice que la respuesta está en una amnistía selectiva y legalizar a una parte de los ilegales; otros dicen que eso es condonar la ilegalidad; otros hacen películas estúpidas como “Un día sin mexicanos” (o cosas peores) <=>.
Pero el drama humano está ahí y la culpa, si se quiere un culpable, hay que buscarla en los países de orígen, no en Estados Unidos.
Pero el drama humano está ahí y la culpa, si se quiere un culpable, hay que buscarla en los países de orígen, no en Estados Unidos.
Y creo que llegué un callejón sin salida asi que aquí me detengo.
Pero antes debo comentar que a veces me siento un poco avergonzado del tremendo privilegio de gozamos los cubanos en este país, sobre todo porque no siento que los cubanos (con las honrosísimas excepciones, que son muchas, por suerte) estén ofreciendo algo realmente valioso a cambio. Y desearía mucho estar equivocado: sería maravilloso que los cubanos fueramos inmigrantes aceptados per se y no por azares de una confrontación política.
tú me estas buscando la lengua y me la vas a encontrar....Pero primero tengo que terminar de cocinar.
ResponderEliminarDale, dale!!!
ResponderEliminarLlegastes al pollo del arroz con pollo. Yo creo exactamente lo mismo que tu...
ResponderEliminarhavanero: Yo a esto, la verdad no le veo solución. Algo sí se me hace super injusto y es que los hijos de ilegales nacidos en suelo norteamericano, sigan siendo ilegales. Yo creo que como en otras partes, deberían ser norteamericanos y que los padres de ellos, después, se les debiera dar la opción por ese vínculo de adquirir una residencia.
ResponderEliminarNo sé quién tiene la culpa, porque cuando se habla de culpas, uno puede hilar hasta el infinito hasta llegar a qué fue primero, si el huevo o la gallina. Es un problemazo evidente para EEUU, pero yo que soy inmigrante y que vengo de un pais con un gob. de m...da, no puedo menos que solidarizar con los que están como yo.
No sé hasta qué punto será cierto que la masividad de inmigrantes acaban con las despensas nacionales. A veces estas cosas son alaridos de pocos que logran imponerse en la opinión pública.
Y de los cubanos, es lo que hay: ni demasiado virtuosos, ni tampoco los más malos; como en todos los lados.
En fin, que no dije nada, aunque haya terminado de cocinar. O lo dije todo en la primera frase: no le encuentro solución.
Por cierto havanero: tienes un capacidad envidiable para hilar la información y hacerla atractiva. Un piropito virtual, vaya, que te quedó muy bueno el texto
ResponderEliminarGracias Charl, pero me equivoqué, y ya lo rectifiqué.
ResponderEliminarLos anchor babies son norteamericanos por nacimiento pero sus padres no adquieren ciudadanía por ello. A la vez, los niños que entraron como ilegales son los eternamente ilegales, aunque se eduquen y crezcan aqui y son deportables. Los anchor babies a su vez tienen el terrible dilema de irse con sus padres si estos son deportados o quedarse aqui solos...
Muy buen escrito. Saludos desde España.
ResponderEliminarcómo es la traducción?¿niños anclas o algo así? Menos mal que no era así porque estaba un poco ácido.
ResponderEliminarCon todo respeto: la culpa la tiene el reparto desigual de la riqueza, la culpa la tiene la carrera armamentista que genera millones de refugiados, la culpa la tiene el mito de Occidente con su mensaje de superioridad: el american way of life. Y se me ha escapado, entre tantas, otra culpable: la resolución de derechos humanos de la ONU que engaveta su artículo 13 cuando prioriza el principio de soberanía frente a la dignidad de las personas.
ResponderEliminarCuando de hablar de inmigración se trata, siempre vienen a la palestra sus nefastas consecuencias. Dándolas por ciertas -cosa que no hago pero que ocupa más que este comentario-, siempre pregunto ¿por qué las migraciones internas no se juzgan también por sus nefastas consecuencias? ¿es que no supone un problema para los estados nacionales la despoblación de las zonas rurales? ¿no supone un problema la creación de urbes desmedidas, la sobrepoblación? Se trata de desequilibrios de inmenso calado pero a nadie se le ocurre pensar que debe controlarse dónde te da por vivir dentro de un estado nacional, a nadie se le ocurre que ante este tipo de problemas se deba legislar contra el derecho a la libre circulación de las personas. Y mira que llevan años y años tratando de poner parche a esta situación; a través de políticas específicas, claro.
En cambio la inmigración si que hay que controlarla, ahí si que nos podemos cargar los derechos preocupadas por los pobres estados nacionales (pobres o hp depende si reciben o expulsan)
Tras un wikipediazo, estimo que la población de eeuu está en 309 millones de habitantes. Tomando la cifra de 24 millones (la tremenda) se trata del 8%: !8 personas por cada 100! Esta es la invasión.
No sé tú, pero yo estuve en este país ilegal hasta que me casé con un amigo. !Bendito matrimonio! porque comes mucha tierra cuando no tienes papeles. Pero claro soy una inmigrante privilegiada. Ay del resto.
Y pobres estados que no nos quieren, que pa su madre.
Neili: por eso mismo decía lo de las culpas, que es un asunto de no acabar. Lo de la migración interna en nuestra bella Cuba se hace y es tan injusto como todo lo que planteaste, quizá hasta más injusto, porque las soberanías existen y con ellas, la responsabilidad dentro de ese marco de velar por los intereses de los que viven en el interior en igualdad de condiciones.
ResponderEliminarYo estoy de acuerdo con lo que planteas, con cada una de esas cosas que considero sumamente injustas, pero los gobiernos nacionales de los países emisores también tienen mucha culpa.
Tal parece que los gobiernos son una abstracción, un cuadro que compras en el mercado y zas! a decorar. Pero no voy a entrar en ese debate. Yo no me siento atada a ningún gobierno. Me resisto a la marca: no soy ganado. Y lo que pasa en Cuba es lo de siempre: su asignatura más que pendiente con los derechos humanos. No obstante no estoy hablando de países de emigración sino de inmigración y en concreto del bloque Europa y Norteamérica, el paraíso de la democracia y de estados de derechos.
ResponderEliminarY lo que veo es lo siguiente: comparten el mismo discurso quienes dicen "si tu país es una m. vete y lucha allí porque aquí no hay cama para tanta gente".
Ni se imaginen que no voy a responder, lo que pasa es que tengo visita y estoy medio ocupado. Pero como dijo el Governator, I'll be back
ResponderEliminarY quizas abra post nuevo, que el debate est'a bueno cantidad.
me has hecho reír -cero ironía-, reír de verdad.
ResponderEliminarGovernator, no me digas que la del tibor te fue a visitar otra vez?
ResponderEliminarJe, je, no, esta vez no tuvimos el honor de la visita de Madame Tibor.
ResponderEliminarVino mi hermana y sobrinos y chamuscamos un poco de carne y mi hijo chapoteó en una piscinita inflable que le regalaron y fue una buena tarde.
Por cierto, este es un artículo relacionado al tema que, si bien extenso, vale la pena leerse:
ResponderEliminarhttp://www.nytimes.com/2011/06/26/magazine/my-life-as-an-undocumented-immigrant.html
Y muchos de los comentarios no tienen precio. Y para muestra un botón:
The issue here is that, though you are an undocumented alien (se refiere al autor del artículo), you chose to learn English properly and adapt the American Culture.
There are millions of undocumented aliens here who have chosen not to do what you have done. They demand that the Americans speak Spanish and do their way rather than adapting the culture of the new land.
There is a big difference here. You chose to be productive, while most aliens drain our medical system by using hospital emergency room as their primary care at tax payer's expense, using public school system at tax payer's expense (5K - 10K per year per student), etc.
Send these aliens back home. There is no other country in the world as naive as the US. If I were lost in Mexico, would I get free treatment at their emergency room if I got sick? would my child get free public education? would the people I interact with speak English at my demand?