miércoles, 14 de noviembre de 2012

¡A mojar, a mojar que el GOP se va acabar!


Nada más hizo Obama alzarse con el triunfo y allá se fueron las legiones republicanas a lamer sus heridas y a buscar culpables. Y vaya si los han encontrado: han determinado que el voto beige, el de los hispanos, los mantiene alejados del poder supremo.

Y, demostrando que pragmatismo y cinismo no se estorban en una misma oración, algunas prominentes figuras republicanas inmediatamente han dicho que hay que darle luz verde a la reforma migratoria, que mira que los hispanos no son los que mas se cuelgan de la seguridad social, que son gente trabajadora, vaya, que los republicanos están restaurando el orgullo hispano, mira tú que cosa.

Pero otros, mas metódicos, se han sentado ante los datos duros del censo y han encontrado verdades aterradoras: lo peor, queridos, está por venir, han dicho. Y es que los beige se reproducen mas frecuentemente que los autotitulados blancos y, horror, en unos años las legiones de hispanitos, ya crecidos, votarán, y todos sospechan que votarán demócratas. Y cada día habrá mas beiges y menos blancos...

Y he aquí entonces que el grito de guerra de los republicanos ya no es “¡Cierren las fronteras!”, sino “¡A mojar, coño, a mojar, que nos extinguimos!”, y hasta están cancelando las suscripciones a la TV por cable para irse temprano a la cama.

Nada, cosas de la evolución y la nueva nación.

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