Se leen por ahí mas opiniones en contra que a favor de la nueva ley que autoriza a los cubanos a viajar sin tener que pedir permiso.
Irónicamente, deben ser los que opinan en contra los mismos que, junto con el resto de los cubanos del planeta (exceptuando el dinosauriado, por supuesto), hasta ahora condenaban enérgicamente, como deben ser las condenas, el ignominioso permiso de salida y el costoso alquiler de los familiares que nos visitaban.
Y es que ya había yo notado, sagaz que soy yo, que los cubanos que moran Internet, pululan en la blogósfera y se explayan en la opinionósfera, no son ni remotamente una referencia confiable de la "cosa cubana".
Da la impresión que lo que muchos de ellos desean, en realidad, es que las cosas en Cuba permanezcan como están, es decir, mal, porque si no, ¿de qué coño van a hablar?
Nada, que ésta vez he de admitir que los cubanos somos especiales, o sea un caso especialmente perdido...
Yo, perdida pero feliz. Que vengan más noticias de ese tipo y que vengan ya!
ResponderEliminaryo feliz y quevengan mas y no muchos estan ablando los mismo de cada dia
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