miércoles, 26 de enero de 2011

¡Pínchalo, cabrón, pínchalo!

Esa frase me viene a la cabeza cada vez que leo algo sobre el tema de "viajar a Cuba es antipatriótico".

Aqui se vuelve a tocar el tema, de manera más o menos conciliatoria  para acabar, de nuevo, en un aparente  callejón sin salida. Callejón que tiene en realidad dos salidas: o viajas o no viajas, that´s the question.

Renunciar a la familia por cuestiones políticas es una idiotez. Hay en los Estados Unidos una generación de cubanos, los que salieron en los 60, que estuvo 20 años o más sin ver a sus familias y la amargura se les nota. Sólo se les escucha decir "ese país de mierda, allá no vuelvo más, no se me ha perdido nada allá", y yo no los critico: son la generación de la mayor confrontación, la del mayor desarraigo, la que vió deteriorarse y morir a padres, a hermanos, sin poder asistir a sus funerales, la que vió desaparecer a la familia. A ellos, de tanto estrujar los recuerdos, se le desintegraron entre los dedos y ya ni siquiera reconocen esos barrios, ahora grises y agrietados, donde nacieron. Hay mucho rencor y mucha tristeza entre esos cubanos, los que ya no tienen a nadie "allá".

Yo no quiero eso para mí ni los míos pero respeto el derecho de los que se atrincheran abrazando su empecinamiento.

Pero a los que predican y vociferan que hay que abstenerse de viajar a Cuba, que hay que cesar de darle dinero al tirano, a esos que, sabiendo que no tienen nada que perder, se las dan de mártires, les mando una soberana trompetilla.

Yo sí viajo, yo sí ayudo a mi familia y lo voy a seguir haciendo mientras tenga la posibilidad.

4 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  2. por cierto, no entendiste nada de lo que dije. y te comprendo la discusion esta estancada hace rato entre el vas o no vas y todo lo que uno diga al respecto parece no salirse de esa disyuntiva. lo digo mas despacio. no importa si vas o no vas. lo importante es que nos estan negando los mismos derechos tanto a los unos como a los otros y debemos buscar una via para reclamarlos juntos. a eso es a lo que me referia en el mensaje anterior con lo de apuntarme.

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  3. A mí, lo he dicho y escrito antes, no me gusta la masividad ni en el deporte.

    Que otros dejen a sus familias en la estacada, si de verdad creen que así cambian algo. Que se olviden de Cuba, que se abriguen con el rencor, que se reúnan y se retroalimenten del contacto mutuo, como gusanos en una botella.
    Pero yo no.

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  4. Masividad, que viene de masa, y no de carne de puerco.

    Enrisco, decidí quitar el número de teléfono, no soporto ver esos leaks sueltos en la red.

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